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Entrevista a Isabel Martiñon, voz de Naruto, en Diario El Tiempo

La voz de Naruto, el travieso ninja que sueña con ser el líder de la Aldea de la Hoja en el animé que lleva su nombre, es la mexicana Isabel Martiñón (1961), actriz de doblaje que alterna su trabajo con los viajes a conferencias y reuniones con los cultores del manga.

“A veces iban las vecinas a mi casa a visitar a mi mamá –recuerda–. Me ponía a imitarlas. Mi mamá me regañaba y me decía que era falta de respeto. Ellas iban a mi casa a ver Muchacha italiana viene a casarse, una telenovela con Angélica María. Yo me decía que quería ser como ella, así me dio el amor por ser actriz”.

Mucho después, cuando entró al doblaje, descubrió los dibujos animados, y de inmediato se convirtieron en su pasión. “Sabía que podía hacer lo que quisiera con mi voz, ponerla en cualquier personaje”, cuenta. Lo ha demostrado haciendo la voz de Gumball en El increíble mundo de Gumball; Marceline en Hora de aventura y también la de Ben 10, de la serie del mismo nombre.

¿Cómo llegó Naruto?

Generalmente, el cliente dice que le manden pruebas de voz y él elige. Entonces, el director llama a los actores para determinar quién se queda con el personaje. En el caso de Naruto se quería una voz muy parecida a la japonesa, que no perdiera el tono. Hice cinco pruebas. Supe que sucedió lo mismo con otros 15 actores. Van como 12 años desde que lo empecé a grabar, y aún no terminamos porque tiene muchos capítulos (...). Estamos esperando a que lleguen más, pues ya salió Boruto (historia del hijo de Naruto).

Debió encariñarse con el personaje...

Claro, porque Naruto me cambió la vida. A lo mejor los ‘chavos’ sabían qué personajes había doblado en El Laboratorio de Dexter y Ben 10. Pero a raíz de Naruto me empezaron a llamar a convenciones, y empecé a viajar.

Usted es actriz y hace más que doblajes...

Estudié arte dramático en el Instituto Andrés Soler. Empecé intentando hacer televisión, pero no me llamaban. Mi primer contrato fue en fotonovelas. Después vino el doblaje; dije que lo haría por un tiempo nada más, para ver qué pasaba, y ya tengo más de 27 años en esto.

¿Cuántos personajes ha hecho?

No tengo ni idea, porque a diario estamos grabando, trabajando, haciendo diferentes papeles: películas, series, telenovelas portuguesas...

¿Cómo es la agenda en ese trabajo?

Generalmente me dan el llamado un día antes, me dicen en qué empresa, con qué director, la hora y cuántos loops. Un loop son más de 25 palabras, incluyendo reacciones o sonidos. Entonces, ensayo y grabo.

Así es más rápido grabar ahora...

Antes teníamos que estar todos los actores juntos, cada uno en un atril, por película. Y muchas veces era necesario esperar horas a que llegara tu turno. Ahora, cada uno graba aparte y termina en menos tiempo. Ya no se tiene la retroalimentación del otro actor para interactuar en diálogos, pero cuando hay experiencia se hace rápido.

Por: Liliana Martínez Polo | 12 de octubre 2017 |  Diario El Tiempo de Colombia